El enemigo, satanás, su naturaleza
Vamos a analizar la naturaleza de satanás,
viendo una por una sus características.
1. Orgullo.
Básicamente, el orgullo es pensar en uno
mismo, es el vivir independiente de toda norma o restricción y no darle cuentas
a nadie. El orgullo, podría decirse, es el padre de todos los pecados. El
orgullo está íntimamente ligado con nuestra carne. El orgullo es la base de
todos los males.
En Ezequiel 28:16 nos dice «A causa de la
multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad y pecaste». La palabra
contrataciones no se refiere a negocios, sino, usando una palabra muy nuestra,
indica «hacer tranzas». El enemigo comenzó a robar parte de la Gloria de Dios la cual él
administraba. Se apropió parte del crédito y reconocimiento de Dios.
Sabemos exactamente lo que pasa con alguien
que profana la Gloria
de Dios: cae (Is. 14:12-15). Todo pecado es una respuesta errónea al dilema de
someternos a Dios o vivir independientemente. A este ángel, Lucifer, le pasó
esto, él dijo: «subiré…»; «me sentaré»; quiso autopromoverse, autoglorificarse,
y lo único que encontró en su camino fue el celo de un Dios Santo, que lo
desterró del cielo para siempre. Su orgullo fue su ruina (Pv. 16:18; Lc 10:18).
La causa de la ruina de satanás fue el
orgullo. Y, esta es la misma causa de tantas bajas en nuestro ejército
cristiano. Nuestro enemigo cometió el gran error de querer robarse la gloria de
Dios, él profanó la gloria del Eterno tratando de apropiársela. Por eso fue
expulsado del cielo y no tiene oportunidad de redención. Es un ser
completamente pervertido de su creación original.
2. Odio.
El orgullo siempre va a generar odio. No hay
característica mas obvia en una persona orgullosa que el odio. En satanás éste
se manifiesta en su máxima expresión. Así como nadie puede tener la naturaleza
de Dios al 100 por ciento, tampoco la del diablo. En los seres humanos va desde
la amargura hasta el odio mismo, pasando por la envidia, crítica, acusación,
ira, gritería, maledicencia, malicia, resentimiento, rencor, etc..
El Diccionario nos dice que el odio es la
aversión que se experimenta hacia una persona o cosa. Así como podemos decir
que Dios es amor y como se puede afirmar: el amor es Dios y Dios es amor; de la
misma manera, satanás es odio y el odio es satanás.
Creo que muchos cristianos no
comprenden que en satanás no puede haber sentimientos de amor o de compasión.
Su reino es un reino que se rige bajo las normas del temor, se obedece por
temor a que la ira de satanás se vuelque sobre alguno. Le he preguntado a
muchos cristianos si están conscientes del odio que satanás les profesa y me he
dado cuenta de que no les interesa, no lo creen tan importante, les da miedo
hablar del tema, o, simplemente, lo ignoran.
Es de vital importancia el reconocer que
satanás esta lleno de odio. Porque él tratará por todos los medios de
destruirte. No le va importar utilizar a tus seres queridos influyendo en ellos
para que te ataquen, y, sí creen en Dios, afligirlos para molestarte; no le va
a importar utilizar tus más dolorosos recuerdos o acusarte por tus errores
pasados. A él no le va importar los medios, lo que desea es verte destruido. Él
quisiera destruirte poco a poco causándote el mayor dolor posible, para luego
llevarte al infierno. Pero nuestro Dios no se lo permite, él solo puede causar
el daño que Dios permite que cause.
Es verdad que nuestro Dios no va a dejar que
seamos destruidos y que nos va a guardar. Pero debemos de tener cuidado de que
satanás no nos agarre descuidados y nos destruya. Para él no hay tiempo de
tregua, ni hay tiempo de receso. Su odio lo impulsa a seguir tratando de
destruir el Reino de Dios, aunque sea derrotado vez tras vez.
Cuando tenemos un sentimiento en contra de
alguien, estamos actuando conforme a la naturaleza de satanás. Por eso Juan
dijo que el que aborrece a su hermano es homicida (1 Juan 3:15). El odio
siempre nos llevará a los deseos de destrucción, desde destruir una carrera, un
matrimonio, o hasta una vida.
Satanás odia todo lo que tenga que ver con
Nuestro Señor. Él odia a Dios por haberlo expulsado del cielo y nos odia a
nosotros porque, siendo inferiores a él, participaremos de la Gloria de Dios, algo que él
nunca tuvo. Así que, querido hermano, entiende que todos los sentimientos
contrarios al amor tienen un origen en satanás. Y, cuando el hombre pecó,
decidiendo ser independiente de Dios, estos sentimientos también se implantaron
como parte de nuestra carne; como parte de la maldición que la muerte trajo
sobre nosotros.
3. Mentira.
Analicemos un texto que es importante:
Vosotros sois de
vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha
sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no
hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y
padre de mentira. (Juan 8:44).
Este texto hace una clara referencia a la
naturaleza de satanás: La mentira. La principal arma de satanás en contra de
los cristianos es la mentira.
En contraposición con Dios, que se maneja
según verdad, satanás se maneja basándose en mentiras, esta fue la táctica que
utilizó con Adán y Eva. En Génesis 3 vemos como satanás le dijo a Eva: ¿Con que
Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Dios solo había dicho que
no comieran de un árbol, pero satanás pone en la pregunta “TODO árbol del
huerto”, y la mujer cayó en el juego y terminó pecando.
Satanás ha logrado engañar al
pueblo de Dios, muchos creen que al ignorarlo, no les hará nada, o creen que al
hablar de él, lo que en realidad hacemos es ensalzarlo. Todas estas son
mentiras de satanás. Basándose en mentiras él engañó a la tercera parte de los
ángeles para que le siguieran, basado en mentiras hundió al primer hombre en la
maldición de la muerte, basado en mentiras logró que mataran a Jesús y que se
persiguiera a la iglesia primitiva, y, por último, basado en mentiras logra que
la Iglesia
sea ineficaz y una débil sombra de lo que debería tener.
No nos engañemos, satanás no es ningún tonto,
tiene una gran habilidad para aparecer como “Ángel de Luz” (2 Co. 11:14). Él
meterá unas medias verdades, unas mentiras disfrazadas o una mentira descarada
para apartarte de tu caminar en Jesús.
La naturaleza de satanás y sus mentiras llegan
a tal extremo que él cree en sus propias mentiras. Vive como si en realidad
pudiera ganarle a Dios. Aún, después del milenio, donde permaneció atado por
mil años, saldrá a tratar de engañar. Nuestro enemigo no puede comportarse
contra su naturaleza-
Sintetizando: satanás es un ser real y
espiritual, que un día fue parte de la elite de los ángeles, pero que pecó y
fue desterrado. Él es nuestro enemigo a vencer y tratará que andemos conforme a
su naturaleza, debes tener siempre en cuenta que satanás te odia, y que el no
va a descansar, ni se tomará vacaciones. Su poder es real... más recuerda que
el que está en nosotros es mucho mayor.
No recuerdo al hermano que
escuche decir la siguiente frase, hazla parte de tu vida: «Debemos
impresionarnos del poder de satanás, pero debemos vivir asombrados del poder de
Dios».
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