Orando por nuestros hijos 2: Revelación y Discernimiento


A lo largo de nuestra vida, los creyentes experimentamos momentos en los cuales tenemos encuentros poderosos con Dios, experiencias que van nutriendo nuestra fe y nos ayudan a crecer. Aunque son momentos realmente grandiosos, la verdad es que estos encuentros no se dan a diario. De allí la importancia de aprender a discernir la voz de Dios, no solamente cuando es clara y precisa en medio del fuego de su Presencia, sino también cuando es suave y apacible como un susurro en el corazón.

Así que oramos por nuestros hijos para que tengas sus encuentros con Dios, pero también oramos para que puedan escuchar su voz cada día. Incluso, puedan entender los silencios de Dios. Nos enfocaremos en pedir que se desarrollen en nuestros hijos las dos cualidades básicas que todo cristiano debe de desarrollar para poder madurar: Revelación y Discernimiento.

Comenzaré diciendo que la revelación y discernimiento son cualidades espirituales, otorgadas por el Espíritu de Dios. No son cosas que podemos producir por nosotros mismos. Por eso fue que el Señor Jesús dijo claramente que el Espíritu Santo nos guiaría a toda la verdad (Juan. 16:13). Es el Espíritu de Dios quien se encarga de producir en nosotros todas las funciones espirituales (por eso son «dones espirituales»; «fruto del Espíritu»; etc. Entonces, la revelación y el discernimiento son funciones que otorga el Espíritu de Dios.

Por eso debemos orar para que el Espíritu Santo otorgue revelación y discernimiento a nuestros hijos. Son las cualidades necesarias para escuchar la voz de Dios y entenderla.
Comencemos con la revelación. Se necesita revelación desde el inicio de la vida cristiana. Pues es a través de la revelación que uno entiende su condición como pecador y la necesidad de la salvación a través del Señor Jesús. Es la revelación, también, el medio a través del cual se nos revela la verdad de nuestro corazón a lo largo de la vida cristiana, punto vital para los procesos de arrepentimiento, sumisión y maduración en Dios. Aún más, la revelación es el medio que nos permite conocer la voluntad de Dios.

Al orar porque nuestros hijos sean sensibles a la voz de Dios (revelación), debemos entender que no solamente hacemos referencia a que escuchen su voz audible; la revelación usa de muchos canales para presentarnos la voluntad de Dios, entre otros tenemos; sueños, visiones, éxtasis, las Escrituras, profetas, etc. (en otra entrada del blog las explico cada una). Ora para que el Señor use cualquiera de estos canales para hablarle a tus hijos.

A la par de orar para que fluya la revelación en ellos, debemos de orar para que entiendan esa revelación. Por ejemplo, puede ser que reciban un sueño de parte de Dios, pero es necesario también el poder interpretarlo. Allí entra el discernimiento, que es la capacidad espiritual que nos permite interpretar la revelación. Por eso es muy importante,

El discernimiento va muy de la mano con la sabiduría. Se necesita discernimiento para manejar efectivamente los dones, discernimiento para guiar a la Iglesia; discernimiento para vivir la vida. Recuerda que Hebreos 5:14 nos dice que el alimento sólido, es para los que han alcanzado madurez, los que saben discernir entre lo correcto y lo incorrecto.


Ahora que te parece si dejamos a un lado este blog, y nos tomamos un tiempo para orar por nuestros hijos. Que el Señor les hable y ellos puedan entender su voz cada día de su vida.

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