La Eternidad y Yo



¡Qué pareja tan sin sentido!
La eternidad junto a un pequeño átomo en el tiempo.
Cuando por gracia no merecida
mi destino se fundió en la inmensidad de tu esencia.

Y mi mente compleja se desarmó perpleja, 
al susurrar ante mi insignificante ofrenda: Gracias.
Solo tu amor es más grande que tu eternidad, 
pues en el punto donde convergen plegaria y deseo, vienes a mí.

No entiendo como fue posible
que en un lapso del tiempo me rebelé ante ti.
¿Quién puede vencer a la Eternidad?
Eternidad que se tomo el tiempo de venir a mí.

Eternidad, me llamas, me envuelves, me amas.
Existes fuera y dentro de mí; me abrazas.
Desnudo ante ti. insignificante. Te miro:
no tengo que explicarme, me entiendes. Me amas.

Quiero vaciarme para beberte a manos llenas;
que te transpire y respire en mi fugaz existencia.
Al final de las edades fundirme contigo
para comenzar, al fin, a vivir.

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