¿Qué es un don?


Etimológicamente hablando, la palabra don viene del grigo carisma que significa sencillamente «regalo». Un don es un regalo de Dios. De su aplicación práctica en las Escrituras podemos llegar a la siguiente definición:


«Es una capacidad especial, dada por la gracia de Dios a través del Espíritu Santo a cada creyente, para trabajar en un área específica del Cuerpo de Cristo, para el establecimiento de su Reino».

De esta definición podemos deducir algunas cosas, un don es:


  1. Dado a cada creyente. En el momento en que aceptaste a Cristo como Señor y Salvador, cuando el Espíritu viene a hacer morada en tu espíritu, recibes al menos dos dones. Como sabemos que el Señor quiere lo mejor para nosotros, Él ya decidió cuales son tus dones y los reparte como Él quiere (1 Corintios 12:11). Aunque también podemos pedir para recibir algún don extra.
  2. Una herramienta. Con esto quiero decir que el don no es un fin en sí mismo. La gente a veces piensa que el tener un don es una meta suprema, pero, como dice nuestra definición, es una herramienta. Lo que quiere decir que al don LO USAMOS para llegar a nuestra meta; por eso dice Pablo que los dones los usemos con amor (1 Co. 13). Bien, esta observación es muy importante, porque tus dones los puedes usar a través de tu carne. Tu don, como herramienta que es, debe ser usado para alcanzar la madurez del Cuerpo de Cristo. 
  3. Irrevocable (Ro. 11:19). Esto quiere decir que una vez que Dios te ha dado un don, estará contigo hasta el final de tus días. Aun y cuando un cristiano esté alejado de Dios un tiempo, al regresar, seguirá teniendo el mismo don. 
  4. Para usarlo. El establecimiento del Reino de Dios es la razón de existir de los dones. Un don crece en la medida en que es usado, mientras más uses tu don, más grande será. Por eso cuando un cristiano se aleja o enfría, parece que su don se pierde. En realidad lo que sucedió es que el don se «duerme». Es como una bicicleta que se deja de usar mucho tiempo, cuando se quiere volver a usar ya está toda oxidada. Será necesario engrasarla y volver a adquirir habilidad en su uso. Así pasa con el don. Dios nos da los dones para que los usemos, no para exhibirlos o engrandecernos a nosotros mismos.


Te hago hincapié en que un don es una herramienta que Dios te dio para que puedas cumplir con la misión que tiene para ti. De que entiendas esto depende tener una sana perspectiva acerca de los dones. Si por alguna razón en tu iglesia difieren de lo que estoy diciendo, platica con tu pastor y sométete a la visión que Dios le ha dado. Los dones no son para discutir, son para trabajar.

Una última observación, tener un don no significa que somo ssuperespirituales; simpemente significa que a Dios le parecio bien darnos ese don. Por eso, el echo de que un creyente tenga don de profecía, o haga grandes milagros, no garantiza que vive en santidad, solamente que Dios le dio ese don.

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