Así nos hizo DIos





Para poder entender mejor como nos relacionamos con la realidad física y espiritual debemos entender como está conformado el ser humano. En Génesis 2:7 leemos que, cuando Dios creo al hombre, lo formó del polvo de la tierra y después sopló en su nariz aliento de vida, entonces, el hombre fue un ser viviente.


El Apóstol Pablo nos da más luz al respecto en 1 Tesalonicenses 5:23. Allí dice que nuestros ser está dividido en tres áreas: Espíritu, Alma y Cuerpo. Esta misma división la encontramos en Hebreos 4:12.
 
Es un poco difícil, a veces, tratar de establecer la diferencia que existe entre estos tres, de hecho, muchos hermanos sostienen la idea de que solo estamos divididos en dos partes y no en tres. 

De acuerdo a lo que nos informa el Diccionario Bíblico, el uso de estas palabras en la Biblia fue evolucionando, por lo que muchas veces el alma, por ejemplo, es usada de distinta manera en el Antiguo Testamento a la manera en que se usó en el Nuevo.


En lo personal, estoy convencido de que el hombre está dividido en cuerpo, alma y espíritu. Afirmamos esto por los pasajes citados, además, es consistente con la tipología bíblica del Tabernáculo.


Trataré, entonces, de establecer, de acuerdo a la experiencia y a lo que dice la Biblia, la diferencia entre estas tres. Aunque estoy conciente de que puedo diferir con alguno, lo importante es que el conocimiento nos lleve a madurar en nuestro Señor, y poder llegar, así, a tener un servicio óptimo dentro del Cuerpo del Señor Jesús. Veamos la diferencia entre cada una de las partes de nuestro ser:



1. Alma.


El alma es lo que nosotros somos. La primer parte de nuestra alma es la mente, aquí se encuentran nuestros pensamientos. Es el centro de registro de todo lo que percibimos, tanto del mundo físico como del mundo espiritual. Nuestra mente esta dividida en tres partes que son:



* CONSCIENTE. Se encuentra entre el alma y el cuerpo. Es la parte de nuestra mente que registra la información de la realidad física que es recibida a través de nuestro cuerpo. Y, a la vez, me comunica con el mundo físico a través de mi cuerpo.

* SUBCONSCIENTE. Se encuentra entre mi alma y mi espíritu. Es la parte que me permite comunicarme con la realidad espiritual, pues está en contacto con mi espíritu y sirve de enlace, también, entre el consciente y el inconsciente.

* INCONSCIENTE. Funciona como el disco duro de una computadora o como la caja negra de un avión. Cuando un avión está en vuelo, la caja negra registra cada cosa que pasa en el viaje: la conversación de los pilotos, la velocidad, etc.. De igual manera, todas las cosas que has vivido, desde que fuiste concebido hasta el momento en que lees esto, está registrado en tu inconsciente.



En la mente también encontramos dos cosas que son muy importantes: la imaginación y la creatividad.
 
La segunda parte de nuestra alma son las emociones y los sentimientos, que, aunque a veces los manejamos como términos iguales, son cosas distintas.


Esta parte emotiva de tu alma fue formada y diseñada por Dios. Gracias a eso tú puedes sentir y reaccionar ante las situaciones de la vida diaria (física y espiritual). La parte emotiva de tu alma juega un papel muy importante en tu caminar con Dios.


En tercer lugar, pero no menos importante, encontramos en nuestra alma la voluntad. En tu alma decides. Eres libre para escoger lo que tú quieras seguir y hacer: que música escuchar, a quien amar, a que dedicar tu vida, etc.


La compleja interacción entre tus pensamientos, tus emociones y tu voluntad es tu alma.



2. Cuerpo.


El cuerpo es el envase de nuestra alma y espíritu; es como la cáscara de mi ser. Nuestro cuerpo es usado por nuestra alma para comunicarse con la realidad física a través de los cinco sentidos (vista, oído, gusto, tacto y olfato). En nuestro cuerpo encontramos también, los órganos físicos. Lo usamos, también, para expresar nuestra sexualidad.


Nuestro cuerpo refleja lo que sucede dentro de nosotros. Aunque lo tratemos de evitar, revela nuestra condición espiritual. Por eso el Maestro dijo: «de la abundancia del corazón habla la boca» (Lc. 6:45b). Aquí vemos que nuestra boca, que es un órgano físico, refleja lo que hay en nuestra alma.



3. Espíritu.


Esta es la parte que muchos olvidamos. Sabemos que debemos ser cristianos espirituales, pero no conocemos las funciones de nuestro espíritu. Esto es muy triste. Pues al igual que mi cuerpo físico tiene necesidades, el espiritual también las tiene. Si aprendemos a fortalecer nuestro espíritu podremos vivir una vida más íntima con Dios.


El espíritu es la parte de nuestro ser que comunica el alma con la realidad espiritual, y, al igual que nuestro cuerpo físico, posee un cuerpo y sentidos, solo que estos son espirituales.


Aunque no nos demos cuenta, nuestro espíritu ha visto al Señor, también a los demonios y lo demás que se mueve en el mundo espiritual. Al igual que nuestro cuerpo, trata de avisarnos cuando algo pasa, pero muchas veces no estamos capacitados para darnos cuenta.


En nuestro espíritu encontramos también:



* La Intuición. Es nuestro sentido espiritual. Le permite a nuestro espíritu sentir, saber cosas, pero no tiene que ver con el sentir del alma, este es un sentir espiritual, por el cual conocemos sin interactuar, antes, con la Realidad Física.

* La Conciencia. Es la parte que tenemos todo ser humano que nos indica cuando hacemos algo mal. Nos inquieta cuando estamos lejos de la santidad de Dios. Es por eso que en una persona no cristiana su conciencia esta adormecida (Ef. 4:17), puesto que su espíritu esta muerto. Cuando acepta al Señor Jesús una de las cosas que se restablece es nuestra conciencia. ¿Recuerdas cuándo aceptaste al Señor Jesús y te sentías mal al hacer cosas que antes no te causaban la más mínima molestia?
 
* La Comunión. Es la parte que permite a mi espíritu comunicar nuestro ser con lo espiritual, esta comunicación no es a través del cuerpo o el alma, y conlleva la idea de asociación. Por eso tenemos que adorar en espíritu y verdad (Juan 4:24). Por eso nos damos cuenta que cuando alguien se asocia con otra cosa que no es Dios, el Señor lo toma como adulterio espiritual. Mira, cuando tu ves un concierto, por ejemplo, y ves que algunas muchachas hasta se desmayan, estamos hablando de cuestiones que tienen que ver con la función de la comunión de nuestro espíritu.

Comprender como está formado nuestro ser será de gran ayuda e nuestro avance espiritual, pero también nos ayuda a aconsejar a los demás.

Cualquier duda... pues no dudes en preguntar; o tómate un tiempo para comentar.

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